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Reflexiones a prop贸sito de la muerte de Osama Bin Laden

Por Atilio Bor贸n

Un signo m谩s de los muchos que ilustran la profunda crisis moral de la "civilizaci贸n occidental y cristiana" que Estados Unidos dice representar lo ofrece la noticia del asesinato de Osama Bin Laden. M谩s all谩 del rechazo que nos provocaba el personaje y sus m茅todos de lucha, la naturaleza de la operaci贸n llevada a cabo por los Seals de la Armada de los Estados Unidos es un acto de incalificable barbarie perpetrado bajo las 贸rdenes directas de ... (clic en M谩s informaci贸n) un personaje que con sus conductas cotidianas deshonra el galard贸n que le otorgara el parlamento noruego al consagrarlo como Premio Nobel de la Paz del a帽o 2009. De acuerdo a lo establecido por Alfred Nobel en su testamento esta distinci贸n, record茅moslo, deb铆a ser adjudicada, "a la persona que haya trabajado m谩s o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolici贸n o reducci贸n de los ej茅rcitos existentes y la celebraci贸n y promoci贸n de procesos de paz." El energ煤meno que anunci贸 al pueblo estadounidense la muerte del l铆der de Al Qaeda diciendo que "se ha hecho justicia" es la ant铆tesis perfecta de lo estipulado por Nobel. Un operativo comando es lo menos parecido al debido proceso, y arrojar los restos de su v铆ctima al mar para ocultar las huellas de lo actuado es algo propio de mafiosos o genocidas. Lo menos que deber铆a hacer el parlamento noruego es exigirle la devoluci贸n del premio.

En la truculenta operaci贸n escenificada en las afueras de Islamabad hay m煤ltiples interrogantes que permanecen en las sombras, y la tendencia del gobierno de los Estados Unidos a desinformar a la opini贸n p煤blica torna a煤n m谩s sospechoso este operativo. Una Casa Blanca v铆ctima de una enfermiza compulsi贸n a mentir (recordar la historieta de las "armas de destrucci贸n masiva" existentes en Irak, o el infame Informe Warren que sentenci贸 que no hubo conspiraci贸n en el asesinato de Kennedy, obra del "lobo solitario" Lee Harvey Oswald ) nos obliga a tomar con pinzas cada una de sus afirmaciones. ¿Era Bin Laden o no? ¿Por qu茅 no pensar que la v铆ctima podr铆a haber sido cualquier otro? ¿D贸nde est谩n las fotos, las pruebas de que el occiso era el buscado? Si se le practic贸 un ADN, ¿c贸mo se obtuvo, d贸nde est谩n los resultados y qui茅nes fueron los testigos? ¿Por qu茅 no se lo present贸 ante la consideraci贸n p煤blica, como se hiciera, sin ir m谩s lejos, con los restos del Comandante Ernesto "Che" Guevara? Si, como se asegura, Osama se ocultaba en una mansi贸n convertida en una verdadera fortaleza, ¿c贸mo es posible que en un combate que se extendi贸 por espacio de cuarenta minutos los integrantes del comando norteamericano regresaran a su base sin recibir siquiera un rasgu帽o?

¿Tan poca punter铆a ten铆an los defensores del fugitivo m谩s buscado del mundo, de quien se dec铆a que pose铆a un arsenal de mort铆feras armas de 煤ltima generaci贸n? ¿Qui茅nes estaban con 茅l? Seg煤n la Casa Blanca el comando dio muerte a Bin Laden, a su hijo, a otros dos hombres de su custodia y a una mujer que, aseguran, fue ultimada al ser utilizada como un escudo humano por uno de los terroristas. Tambi茅n se dijo que otras dos personas m谩s hab铆an sido heridas en el combate. ¿D贸nde est谩n, qu茅 se va a hacer con ellos? ¿Ser谩n llevados a juicio, se les tomar谩 declaraciones para arrojar luz sobre lo ocurrido, hablar谩n en una conferencia de prensa para narrar lo acontecido? Por lo que parece esta "haza帽a" pasar谩 a la historia como una operaci贸n mafiosa, al estilo de la matanza de San Valent铆n ordenada por Al Capone para liquidar a los capos de la banda rival.

Osama vivo era un peligro. Sab铆a (¿o sabe?) demasiado, y es razonable suponer que lo 煤ltimo que quer铆a el gobierno estadounidense era llevarlo a juicio y dejarlo hablar. En tal caso se hubiera desatado un esc谩ndalo de enormes proporciones al revelar las conexiones con la CIA, los armamentos y el dinero suministrado por la Casa Blanca, las operaciones ilegales montadas por Washington, los oscuros negocios de su familia con el lobby petrolero norteamericano y, muy especialmente, con la familia Bush, entre otras nimiedades. En suma, un testigo al que hab铆a que acallar s铆 o s铆, como Muammar Gadafi. El problema es que ya muerto Osama se convierte para los jihadistas isl谩micos en un m谩rtir de la causa, y el deseo de venganza seguramente impulsar谩 a las muchas c茅lulas dormidas de Al Qaeda a perpetuar nuevas atrocidades para vengar la muerte de su l铆der.

No deja tambi茅n de llamar la atenci贸n lo oportuna que ha sido la muerte de Bin Laden. Cuando el incendio de la reseca pradera del mundo 谩rabe desestabiliza un 谩rea de crucial importancia para la estrategia de dominaci贸n imperial, la noticia del asesinato de Bin Laden reinstala a Al Qaeda en el centro del escenario. Si hay algo que a estas alturas es una verdad incontrovertible es que esas revueltas no responden a ninguna motivaci贸n religiosa. Sus causas, sus sujetos y sus formas de lucha son eminentemente seculares y en ninguna de ellas -desde T煤nez hasta Egipto, pasando por Libia, Bahreim, Yemen, Siria y

Jordania- el protagonismo recay贸 sobre la Hermandad Musulmana o en Al Qaeda. El problema es el capitalismo y los devastadores efectos de las pol铆ticas neoliberales y los reg铆menes desp贸ticos que aqu茅l instal贸 en esos pa铆ses y no las herej铆as de los "infieles" de Occidente. Pero el imperialismo norteamericano y sus secuaces en Europa se desvivieron, desde el principio, para hacer aparecer estas revueltas como producto de la malicia del radicalismo isl谩mico y Al Qaeda, cosa que no es cierta. Santiago Alba Rico observ贸 con raz贸n que en pleno auge de estas protestas seculares -anti- pol铆ticas de ajuste del FMI y el Banco Mundial- un grupo fundamentalista desconocido hasta entonces asesin贸 al cooperante italiano Vittorio Arrigoni, activista del Movimiento de Solidaridad Internacional, en una casa abandonada en la Franja de Gaza. Pocas semanas despu茅s un terrorista suicida hace estallar una bomba en la plaza Yemaa el Fna, uno de los destinos tur铆sticos m谩s notables no s贸lo de Marruecos sino de toda 脕frica y mata al menos a 14 personas. "Ahora –contin煤a Alba Rico- reaparece Bin Laden, no vivo y amenazador, sino en toda la gloria de un martirio aplazado, estudiado, cuidadosamente escenificado, un poco inveros铆mil.

‘Se ha hecho justicia’, dice Obama, pero la justicia reclama tribunales y jueces, procedimientos sumariales, una sentencia independiente." Nada de eso ha ocurrido, ni ocurrir谩. Pero el fundamentalismo isl谩mico, ausente como protagonista de las grandes movilizaciones del mundo 谩rabe, aparece ahora en la primera plana de todos los diarios del mundo y su l铆der como un m谩rtir del Islam asesinado a sangre fr铆a por la soldadesca del l铆der de Occidente. La Casa Blanca, que sab铆a desde mediados de Febrero de este a帽o que en esa fortaleza en las afueras de Islamabad se refugiaba Bin Laden, esper贸 el momento oportuno para lanzar su ataque con vistas a posicionar favorablemente a Barack Obama en la inminente campa帽a electoral por la sucesi贸n presidencial.

Hay un detalle para nada anecd贸tico que torna a煤n m谩s inmoral a la bravata norteamericana: pocas horas despu茅s de ser abatido, el cad谩ver del presunto Bin Laden fue arrojado al mar. La mentirosa declaraci贸n de la Casa Blanca dice que sus restos recibieron sepultura respetando las tradiciones y los ritos isl谩micos, pero no es as铆. Los ritos f煤nebres del Islam establecen que se debe lavar el cad谩ver, vestirlo con una mortaja, proceder a una ceremonia religiosa que incluye oraciones y honras f煤nebres para luego reci茅n proceder al entierro del difunto. Adem谩s se especifica que el cad谩ver debe ser depositado directamente en la tierra, recostado sobre su lado derecho y con la cara dirigida hacia La Meca. ¿Con qu茅 celeridad tuvieron que ser hechos el combate, la recuperaci贸n del cad谩ver, su identificaci贸n, la obtenci贸n del ADN, el traslado a un nav铆o de la Armada estadounidense, situado a poco m谩s de 600 kil贸metros del suburbio de Islamabad donde se produjo el enfrentamiento y finalmente, navegar hasta el punto donde el cad谩ver fue arrojado al mar como para respetar los ritos f煤nebres del islam? En realidad, lo que se hizo fue abatir y "desaparecer" a una persona, presuntamente Bin Laden, siguiendo una pr谩ctica siniestra utilizada sobre todo por la dictadura genocida que asol贸 a la Argentina entre 1976 y 1983. Acto inmoral que no s贸lo ofende las creencias musulmanas sino a una milenaria tradici贸n cultural de Occidente, anterior inclusive al cristianismo. Como lo atestigua magistralmente S贸focles en Ant铆gona, privar a un difunto de su sepultura enciende las m谩s enconadas pasiones. Esas que hoy deben estar incendiando a las c茅lulas del fundamentalismo isl谩mico, deseosas de escarmentar a los infieles que ultrajaron el cuerpo y la memoria de su l铆der. Barack Obama acaba de decir que despu茅s de la muerte de Osama Bin Laden el mundo es un lugar m谩s seguro para vivir. Se equivoca de medio a medio. Probablemente su acci贸n no hizo sino despertar a un monstruo que estaba dormido. El tiempo dir谩 si esto es as铆 o no, pero sobran las razones para estar muy preocupados.

‘Se ha hecho justicia’, dice Obama, pero la justicia reclama tribunales y jueces, procedimientos sumariales, una sentencia independiente." Nada de eso ha ocurrido, ni ocurrir谩. Pero el fundamentalismo isl谩mico, ausente como protagonista de las grandes movilizaciones del mundo 谩rabe, aparece ahora en la primera plana de todos los diarios del mundo y su l铆der como un m谩rtir del Islam asesinado a sangre fr铆a por la soldadesca del l铆der de Occidente. La Casa Blanca, que sab铆a desde mediados de Febrero de este a帽o que en esa fortaleza en las afueras de Islamabad se refugiaba Bin Laden, esper贸 el momento oportuno para lanzar su ataque con vistas a posicionar favorablemente a Barack Obama en la inminente campa帽a electoral por la sucesi贸n presidencial.

Hay un detalle para nada anecd贸tico que torna a煤n m谩s inmoral a la bravata norteamericana: pocas horas despu茅s de ser abatido, el cad谩ver del presunto Bin Laden fue arrojado al mar. La mentirosa declaraci贸n de la Casa Blanca dice que sus restos recibieron sepultura respetando las tradiciones y los ritos isl谩micos, pero no es as铆. Los ritos f煤nebres del Islam establecen que se debe lavar el cad谩ver, vestirlo con una mortaja, proceder a una ceremonia religiosa que incluye oraciones y honras f煤nebres para luego reci茅n proceder al entierro del difunto. Adem谩s se especifica que el cad谩ver debe ser depositado directamente en la tierra, recostado sobre su lado derecho y con la cara dirigida hacia La Meca. ¿Con qu茅 celeridad tuvieron que ser hechos el combate, la recuperaci贸n del cad谩ver, su identificaci贸n, la obtenci贸n del ADN, el traslado a un nav铆o de la Armada estadounidense, situado a poco m谩s de 600 kil贸metros del suburbio de Islamabad donde se produjo el enfrentamiento y finalmente, navegar hasta el punto donde el cad谩ver fue arrojado al mar como para respetar los ritos f煤nebres del islam? En realidad, lo que se hizo fue abatir y "desaparecer" a una persona, presuntamente Bin Laden, siguiendo una pr谩ctica siniestra utilizada sobre todo por la dictadura genocida que asol贸 a la Argentina entre 1976 y 1983. Acto inmoral que no s贸lo ofende las creencias musulmanas sino a una milenaria tradici贸n cultural de Occidente, anterior inclusive al cristianismo. Como lo atestigua magistralmente S贸focles en Ant铆gona, privar a un difunto de su sepultura enciende las m谩s enconadas pasiones. Esas que hoy deben estar incendiando a las c茅lulas del fundamentalismo isl谩mico, deseosas de escarmentar a los infieles que ultrajaron el cuerpo y la memoria de su l铆der. Barack Obama acaba de decir que despu茅s de la muerte de Osama Bin Laden el mundo es un lugar m谩s seguro para vivir. Se equivoca de medio a medio. Probablemente su acci贸n no hizo sino despertar a un monstruo que estaba dormido. El tiempo dir谩 si esto es as铆 o no, pero sobran las razones para estar muy preocupados.

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