Por Jorge Zavaleta Alegre
Los grandes conglomerados de la prensa, se valen de la globalizaci贸n, alentando m谩s concentraci贸n econ贸mica para una minor铆a y disfrazar la libertad de prensa con frivolidades, frente a las demandas por la inclusi贸n y la igualdad de oportunidades. En Am茅rica Latina, la alternativa camina por la formaci贸n de un sistema p煤blico de canales de tv y radioemisoras y la multiplicaci贸n de los medios comunitarios y de los mejores centros acad茅micos.
Ejercer el periodismo en la inmensa Amazon铆a o en muchas ciudades del continente, es un oficio peligroso, porque el comunicador es identificado por todos los vecinos y no puede ocultarse detr谩s de un peque帽o micro, pantalla o de una hoja impresa. Para ellos el homenaje principal de Cambio16, en su cuadrag茅simo aniversario.
Veamos algunas razones. El gobierno del Per煤 pretendi贸 aplicar, en alianza con empresas transnacionales, el refr谩n que recrea Lope de Vega de “El Perro del Hortelano ni come las berzas ni las deja comer al amo”, y as铆 garantizar el ingreso libre a la Amazon铆a, sin permiso previo de los pueblos originarios, como si fueran los tiempos de la Conquista, que a sangre y fuego, se extra铆an los recursos naturales. Esta errada visi贸n h铆per liberal, produjo en la selva de Bagua, en junio del 2009, decenas de muertes entre pobladores aguarunas y polic铆as.
Este es un hecho que marca un cambio radical de los movimientos pol铆ticos que alientan las democracias inclusivas, para antiguas colonias o tierras de esclavos, y que actualmente luchan por acceder al derecho de comunicaci贸n, el acceso a la informaci贸n y el derecho de licencia.
Las cr贸nicas de hoy, a diferencia del ayer cuando a煤n no exist铆a la palabra impresa, se trasmiten al instante y no hay forma de acallar la verdad, salvo los tent谩culos de un Estado que en contubernio con los grandes grupos period铆sticos, se valen de burdos pretextos administrativos para silenciar y deformar la cruda realidad.
Bagua es un tr谩gico referente para que las democracias inclusivas perciban el mejor uso del espacio radioel茅ctrico, patrimonio de todos los habitantes de un pa铆s. “La brecha de desconfianza de los nativos amaz贸nicos hacia el Estado se ha hecho enorme, se帽ala el Instituto Bartolom茅 de las Casas, y plantea volver a revisar los da帽os causados por las empresas Occidental Petroleum y Pluspetrol, entre otras.
La Defensor铆a del Pueblo, ante los graves sucesos, plante贸 la aprobaci贸n de la Ley de Consulta. En efecto, los pueblos originarios empiezan un nuevo camino para aplicar el cumplimiento de la flamante Ley N° 29785 que el Convenio 169 de la OIT les confiere desde hace quince a帽os. La conclusi贸n m谩s contundente viene del l铆der ind铆gena Denis Pashan, de la organizaci贸n nacional Aidesep: "Para qu茅 tanta ley se preguntan los dirigentes ind铆genas, si en el pasado los pueblos se gobernaron solo con tres normas: No seas ladr贸n. No seas harag谩n. No seas mentiroso".
Pero la coacci贸n en contra de los ind铆genas de Am茅rica Latina contin煤a. No es preocupaci贸n de la Sociedad Interamericana de Prensa – SIP. Lo han demostrado sus 500 socios empresarios en su 67 asamblea realizada en Lima, al no emitir un solo juicio en defensa de los periodistas con procesos judiciales y peque帽os medios que defienden la libertad de prensa a煤n a costa de sus vidas.
Radios comunitarias
La comunicaci贸n es un Derecho Humano y debe ser atendida en la dimensi贸n legal, organizativa, t茅cnica y comunicativa de la radio y televisi贸n universitaria. Pues el fen贸meno de estas emisoras, resulta de una magnitud inesperada por su extensi贸n y por el servicio que ofrecen, en tanto los “conglomerados” renuevan y compran nuevas licencias al amparo de los poderes convencionales.
“La necesidad de la fundaci贸n de medios de comunicaci贸n de un nuevo tipo de prensa ya es m谩s que evidente”, se帽ala la Coordinadora de Radios Comunitarias del Uruguay, pa铆s donde est谩 en camino una legislaci贸n espec铆fica, pero las radios de las comunidades transmiten sin permiso porque “no molestan a nadie”.
El Ministerio de Cultura de Colombia, define a estos como espacios de creaci贸n cultural pero solo para peque帽as ciudades, y autoriza la conformaci贸n del Consejo Nacional que los articule. En Argentina, se cuenta con permisos provisorios y se permite la adjudicaci贸n diferenciada y directa de permisos a emisoras de menos de 1 Kw.
Paraguay autoriza radios de mediano y corto alcance. En Chile hay emisoras de este tipo, pero una sola en una ciudad o comuna y sin publicidad. En Guatemala, el gobierno est谩 interesado en solucionar el "problema", pero no se acepta participaci贸n de los grupos interesados.
En Venezuela, los procesos de regulaci贸n son por iniciativa del gobierno. M茅xico, pasa por un etapa de discusi贸n de nuevos marcos regulatorios.
En Bolivia, la voluntad del gobierno es que el Estado reconozca, favorezca y apoye el funcionamiento de estos medios populares, d谩ndoles un particular 茅nfasis en las emisoras y proyectos de pueblos ind铆genas. En Brasil se autoriza una frecuencia en todo el pa铆s.
El Per煤 y Ecuador, en la Cumbre Presidencial Iberoamericana, de octubre, han criticado a la banca y en especial a las multilaterales por la errada orientaci贸n de los recursos, que ha impedido la reforma del Estado, mensaje que se asocia a la revisi贸n del espectro electromagn茅tico, porque la concentraci贸n de licencias, y ausencia de medios comunitarios o universitarias, limita la reacci贸n organizada de la ciudadan铆a.
La Coordinadora Nacional de Radio –CNR, en sus 30 a帽os de existencia, desde sus cabinas, impulsa la Red Quechua y participa de un proyecto satelital latinoamericano, promoviendo una cultura de paz. Pero no ha podido avanzar como quisiera la comunidad.
La radiodifusi贸n y los servicios de comunicaci贸n audiovisual son plataformas tecnol贸gicas y espacios privilegiados. Por ello ONGs, periodistas independientes y agencias de noticias alternativas, comparten la tesis de que los medios estatales sean medios p煤blicos para asegurar la construcci贸n y consolidaci贸n de las nuevas democracias en Am茅rica Latina, siguiendo las lecciones de Espa帽a, Inglaterra y Alemania.
La Asociaci贸n Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) sintetiza su labor en el slogan: “Democratizar la palabra para democratizar la sociedad”. Nuclea a m谩s de 800 experiencias de emisoras participativas desde las radios mineras con m谩s de 40 a帽os de trabajo social en Bolivia hasta las recientes experiencias uruguayas.
Derecho internacional
La Comisi贸n Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH), aprob贸 el 2000 la Declaraci贸n de Principios sobre Libertad de Expresi贸n: "Las asignaciones de radio y televisi贸n deben considerar criterios democr谩ticos que garanticen una igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a los mismos."
Y recomienda que en la distribuci贸n de las licencias para las radioemisoras y canales de televisi贸n las asignaciones no deban basarse solo en criterios econ贸micos, sino tambi茅n en criterios democr谩ticos que garanticen una igualdad de oportunidad al acceso de las mismas.
La UNESCO, en sus frecuentes declaraciones l铆ricas, trata de elaborar un acuerdo en torno a un “ordenamiento y modernizaci贸n” que llevar谩 a eliminar progresivamente la ilegalidad. Pero m谩s all谩 de esas buenas intenciones, en Am茅rica Latina los Estados manejan el impl铆cito concepto de las tres “P”: “Peque帽o”, artesanal y comunidades chicas. “Pobres”, por supuesto, sin publicidad ni capacidad de generar recursos genuinos. “Potencia”, baja o baj铆sima.
Vincular la libertad de expresi贸n, de prensa, de comunicaci贸n y el derecho a la informaci贸n, sin la libertad de antena, es decir sin acceso a los medios que la permitan, la libertad de expresi贸n, es una mera declaraci贸n. Un ejemplo a seguir son las redes de comunicaci贸n del inicial G-8, muy din谩micas y con grandes resultados que restan al peso del sensacionalismo y evita que la frivolidad y el monopolio de la insidia marque la vida de las ciudades.
La influencia de la Televisi贸n es una actividad perversa par los ni帽os. La fundaci贸n Pablo VI se帽ala que 91% de los maestros opina que estimula la pereza. 86% perjudica a la comunicaci贸n y 83% afecta en el rendimiento escolar, no obstante que las tecnolog铆as digitales brindan una fuente inagotable de recursos y posibilidades.
No hay libertad de prensa sino hay la democratizaci贸n de las comunicaciones. La innovaci贸n digital de la TV, con los sistemas norteamericano, europeo, japon茅s o brasile帽o que han ingresado en Am茅rica Latina, deber铆a estar al servicio de la educaci贸n y la integraci贸n cultural y el entretenimiento sano y no del mensaje fr铆volo, el monopolio de la insidia, del chisme y de los esc谩ndalos. “Ante la inundaci贸n de informaci贸n hace falta el agua potable de la reflexi贸n”.
Para felicidad de la humanidad, como lo se帽ala el Congreso de Periodismo Digital, de Huesca, existe una creciente demanda de un periodismo de aliento largo, un periodismo reflexivo, anal铆tico y profundo que tiene cabida mejor que en ning煤n otro espacio en el formato libro. Solo los medios de alta calidad supervivir谩n en esta nueva Torre de Babel.
Fotos: Jorge Arturo Figueroa
Los grandes conglomerados de la prensa, se valen de la globalizaci贸n, alentando m谩s concentraci贸n econ贸mica para una minor铆a y disfrazar la libertad de prensa con frivolidades, frente a las demandas por la inclusi贸n y la igualdad de oportunidades. En Am茅rica Latina, la alternativa camina por la formaci贸n de un sistema p煤blico de canales de tv y radioemisoras y la multiplicaci贸n de los medios comunitarios y de los mejores centros acad茅micos.
Ejercer el periodismo en la inmensa Amazon铆a o en muchas ciudades del continente, es un oficio peligroso, porque el comunicador es identificado por todos los vecinos y no puede ocultarse detr谩s de un peque帽o micro, pantalla o de una hoja impresa. Para ellos el homenaje principal de Cambio16, en su cuadrag茅simo aniversario.
Veamos algunas razones. El gobierno del Per煤 pretendi贸 aplicar, en alianza con empresas transnacionales, el refr谩n que recrea Lope de Vega de “El Perro del Hortelano ni come las berzas ni las deja comer al amo”, y as铆 garantizar el ingreso libre a la Amazon铆a, sin permiso previo de los pueblos originarios, como si fueran los tiempos de la Conquista, que a sangre y fuego, se extra铆an los recursos naturales. Esta errada visi贸n h铆per liberal, produjo en la selva de Bagua, en junio del 2009, decenas de muertes entre pobladores aguarunas y polic铆as.
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| "Bosques a帽ejos de la Amazon铆a", pintura de July Balarezo |
Este es un hecho que marca un cambio radical de los movimientos pol铆ticos que alientan las democracias inclusivas, para antiguas colonias o tierras de esclavos, y que actualmente luchan por acceder al derecho de comunicaci贸n, el acceso a la informaci贸n y el derecho de licencia.
Las cr贸nicas de hoy, a diferencia del ayer cuando a煤n no exist铆a la palabra impresa, se trasmiten al instante y no hay forma de acallar la verdad, salvo los tent谩culos de un Estado que en contubernio con los grandes grupos period铆sticos, se valen de burdos pretextos administrativos para silenciar y deformar la cruda realidad.
Bagua es un tr谩gico referente para que las democracias inclusivas perciban el mejor uso del espacio radioel茅ctrico, patrimonio de todos los habitantes de un pa铆s. “La brecha de desconfianza de los nativos amaz贸nicos hacia el Estado se ha hecho enorme, se帽ala el Instituto Bartolom茅 de las Casas, y plantea volver a revisar los da帽os causados por las empresas Occidental Petroleum y Pluspetrol, entre otras.
La Defensor铆a del Pueblo, ante los graves sucesos, plante贸 la aprobaci贸n de la Ley de Consulta. En efecto, los pueblos originarios empiezan un nuevo camino para aplicar el cumplimiento de la flamante Ley N° 29785 que el Convenio 169 de la OIT les confiere desde hace quince a帽os. La conclusi贸n m谩s contundente viene del l铆der ind铆gena Denis Pashan, de la organizaci贸n nacional Aidesep: "Para qu茅 tanta ley se preguntan los dirigentes ind铆genas, si en el pasado los pueblos se gobernaron solo con tres normas: No seas ladr贸n. No seas harag谩n. No seas mentiroso".
Pero la coacci贸n en contra de los ind铆genas de Am茅rica Latina contin煤a. No es preocupaci贸n de la Sociedad Interamericana de Prensa – SIP. Lo han demostrado sus 500 socios empresarios en su 67 asamblea realizada en Lima, al no emitir un solo juicio en defensa de los periodistas con procesos judiciales y peque帽os medios que defienden la libertad de prensa a煤n a costa de sus vidas.
Radios comunitarias
La comunicaci贸n es un Derecho Humano y debe ser atendida en la dimensi贸n legal, organizativa, t茅cnica y comunicativa de la radio y televisi贸n universitaria. Pues el fen贸meno de estas emisoras, resulta de una magnitud inesperada por su extensi贸n y por el servicio que ofrecen, en tanto los “conglomerados” renuevan y compran nuevas licencias al amparo de los poderes convencionales.
“La necesidad de la fundaci贸n de medios de comunicaci贸n de un nuevo tipo de prensa ya es m谩s que evidente”, se帽ala la Coordinadora de Radios Comunitarias del Uruguay, pa铆s donde est谩 en camino una legislaci贸n espec铆fica, pero las radios de las comunidades transmiten sin permiso porque “no molestan a nadie”.
El Ministerio de Cultura de Colombia, define a estos como espacios de creaci贸n cultural pero solo para peque帽as ciudades, y autoriza la conformaci贸n del Consejo Nacional que los articule. En Argentina, se cuenta con permisos provisorios y se permite la adjudicaci贸n diferenciada y directa de permisos a emisoras de menos de 1 Kw.
Paraguay autoriza radios de mediano y corto alcance. En Chile hay emisoras de este tipo, pero una sola en una ciudad o comuna y sin publicidad. En Guatemala, el gobierno est谩 interesado en solucionar el "problema", pero no se acepta participaci贸n de los grupos interesados.
En Venezuela, los procesos de regulaci贸n son por iniciativa del gobierno. M茅xico, pasa por un etapa de discusi贸n de nuevos marcos regulatorios.
En Bolivia, la voluntad del gobierno es que el Estado reconozca, favorezca y apoye el funcionamiento de estos medios populares, d谩ndoles un particular 茅nfasis en las emisoras y proyectos de pueblos ind铆genas. En Brasil se autoriza una frecuencia en todo el pa铆s.
El Per煤 y Ecuador, en la Cumbre Presidencial Iberoamericana, de octubre, han criticado a la banca y en especial a las multilaterales por la errada orientaci贸n de los recursos, que ha impedido la reforma del Estado, mensaje que se asocia a la revisi贸n del espectro electromagn茅tico, porque la concentraci贸n de licencias, y ausencia de medios comunitarios o universitarias, limita la reacci贸n organizada de la ciudadan铆a.
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| "Flores frescas", pintura de July Balarezo |
La Coordinadora Nacional de Radio –CNR, en sus 30 a帽os de existencia, desde sus cabinas, impulsa la Red Quechua y participa de un proyecto satelital latinoamericano, promoviendo una cultura de paz. Pero no ha podido avanzar como quisiera la comunidad.
La radiodifusi贸n y los servicios de comunicaci贸n audiovisual son plataformas tecnol贸gicas y espacios privilegiados. Por ello ONGs, periodistas independientes y agencias de noticias alternativas, comparten la tesis de que los medios estatales sean medios p煤blicos para asegurar la construcci贸n y consolidaci贸n de las nuevas democracias en Am茅rica Latina, siguiendo las lecciones de Espa帽a, Inglaterra y Alemania.
La Asociaci贸n Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) sintetiza su labor en el slogan: “Democratizar la palabra para democratizar la sociedad”. Nuclea a m谩s de 800 experiencias de emisoras participativas desde las radios mineras con m谩s de 40 a帽os de trabajo social en Bolivia hasta las recientes experiencias uruguayas.
Derecho internacional
La Comisi贸n Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH), aprob贸 el 2000 la Declaraci贸n de Principios sobre Libertad de Expresi贸n: "Las asignaciones de radio y televisi贸n deben considerar criterios democr谩ticos que garanticen una igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a los mismos."
Y recomienda que en la distribuci贸n de las licencias para las radioemisoras y canales de televisi贸n las asignaciones no deban basarse solo en criterios econ贸micos, sino tambi茅n en criterios democr谩ticos que garanticen una igualdad de oportunidad al acceso de las mismas.
La UNESCO, en sus frecuentes declaraciones l铆ricas, trata de elaborar un acuerdo en torno a un “ordenamiento y modernizaci贸n” que llevar谩 a eliminar progresivamente la ilegalidad. Pero m谩s all谩 de esas buenas intenciones, en Am茅rica Latina los Estados manejan el impl铆cito concepto de las tres “P”: “Peque帽o”, artesanal y comunidades chicas. “Pobres”, por supuesto, sin publicidad ni capacidad de generar recursos genuinos. “Potencia”, baja o baj铆sima.
Vincular la libertad de expresi贸n, de prensa, de comunicaci贸n y el derecho a la informaci贸n, sin la libertad de antena, es decir sin acceso a los medios que la permitan, la libertad de expresi贸n, es una mera declaraci贸n. Un ejemplo a seguir son las redes de comunicaci贸n del inicial G-8, muy din谩micas y con grandes resultados que restan al peso del sensacionalismo y evita que la frivolidad y el monopolio de la insidia marque la vida de las ciudades.
La influencia de la Televisi贸n es una actividad perversa par los ni帽os. La fundaci贸n Pablo VI se帽ala que 91% de los maestros opina que estimula la pereza. 86% perjudica a la comunicaci贸n y 83% afecta en el rendimiento escolar, no obstante que las tecnolog铆as digitales brindan una fuente inagotable de recursos y posibilidades.
No hay libertad de prensa sino hay la democratizaci贸n de las comunicaciones. La innovaci贸n digital de la TV, con los sistemas norteamericano, europeo, japon茅s o brasile帽o que han ingresado en Am茅rica Latina, deber铆a estar al servicio de la educaci贸n y la integraci贸n cultural y el entretenimiento sano y no del mensaje fr铆volo, el monopolio de la insidia, del chisme y de los esc谩ndalos. “Ante la inundaci贸n de informaci贸n hace falta el agua potable de la reflexi贸n”.
Para felicidad de la humanidad, como lo se帽ala el Congreso de Periodismo Digital, de Huesca, existe una creciente demanda de un periodismo de aliento largo, un periodismo reflexivo, anal铆tico y profundo que tiene cabida mejor que en ning煤n otro espacio en el formato libro. Solo los medios de alta calidad supervivir谩n en esta nueva Torre de Babel.
Fotos: Jorge Arturo Figueroa
