Choferes asalariados, obreras de la industria manufacturera y vendedores figuran entre los trabajadores que ganan menos en las ciudades de Bolivia. Reciben menos de 7,20 bolivianos (alrededor de un dólar estadounidense) por una hora de labor. Las mujeres son las que soportan peores condiciones de trabajo como consecuencia de la segregación laboral, advirtió el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), punto focal de Social Watch en el país latinoamericano.
Según el CEDLA, el modelo de crecimiento económico que aplican las autoridades bolivianas crea empleos poco productivos y con salarios bajos en todos los sectores del mercado laboral.
La mayor parte de los empleos surgidos en los últimos años correspondieron a ocupaciones no calificadas y de condiciones de trabajo más precarias, en especial en servicios personales diversos, la construcción y el comercio). La precariedad está en la raíz de los bajos salarios. En resumen, según el estudio del CEDLA, la economía boliviana ha generado empleos, pero de mala calidad y con bajos salarios.
En 2011, los trabajadores peor remunerados percibían un salario neto inferior a 7,20 bolivianos por hora (alrededor de un dólar). Muchos de ellos se desempeñaban como conductores de transporte, vendedores del comercio y obreros de la industria manufacturera. En el caso de las mujeres, a las anteriores ocupaciones se suma el servicio doméstico.
¿Dónde trabajan?
La mayoría de los trabajadores peor remunerados cumple funciones en el sector denominado “semiempresarial”, conformado por unidades económicas de pequeña escala, donde los dueños también participan directamente en la producción de bienes y servicios.
Un porcentaje menor, pero igualmente elevado, se encuentra en el sector empresarial. En el sector estatal los trabajadores peor remunerados disminuyen a menos de la mitad. Los peor pagados son aquellos que perciben un salario neto inferior a la mediana., como se denomina al monto del ingreso/horario por encima o por debajo del cual se encuentra la mitad de los ocupados. El año pasado, ese monto era de 7,20 bolivianos por hora.
Este monto está por debajo de lo que un trabajador tendría que ganar por hora para cubrir, al menos, el costo de los alimentos que consume.
La política es contener el salario
Al aumentar apenas 20% en 2001, salario mínimo sólo puede cubrir 45,7% del costo de una canasta mínima de alimentos. En términos reales, el salario mínimo está estancado y su poder de compra es menor que hace 10 años.
Desde 1985, el salario mínimo no se fijó en función del costo de vida y su nivel estuvo subordinado a los objetivos de estabilidad de precios, la eliminación de presiones a los presupuestos públicos y la creación de condiciones para preservar la ganancia empresarial.
Debido a esta política deliberada de contención salarial, el mínimo fue actualizado únicamente con referencia a la inflación del año anterior, sin modificar la base la base que fue fijada, muy por debajo del valor de la fuerza de trabajo.
Durante el período 2001-2011, el salario mínimo nominal aumentoó 103,7%. En cambio, su poder de compra apenas aumentó 16,6%.
http://cedla.org/
Según el CEDLA, el modelo de crecimiento económico que aplican las autoridades bolivianas crea empleos poco productivos y con salarios bajos en todos los sectores del mercado laboral.
La mayor parte de los empleos surgidos en los últimos años correspondieron a ocupaciones no calificadas y de condiciones de trabajo más precarias, en especial en servicios personales diversos, la construcción y el comercio). La precariedad está en la raíz de los bajos salarios. En resumen, según el estudio del CEDLA, la economía boliviana ha generado empleos, pero de mala calidad y con bajos salarios.
En 2011, los trabajadores peor remunerados percibían un salario neto inferior a 7,20 bolivianos por hora (alrededor de un dólar). Muchos de ellos se desempeñaban como conductores de transporte, vendedores del comercio y obreros de la industria manufacturera. En el caso de las mujeres, a las anteriores ocupaciones se suma el servicio doméstico.
¿Dónde trabajan?
La mayoría de los trabajadores peor remunerados cumple funciones en el sector denominado “semiempresarial”, conformado por unidades económicas de pequeña escala, donde los dueños también participan directamente en la producción de bienes y servicios.
Un porcentaje menor, pero igualmente elevado, se encuentra en el sector empresarial. En el sector estatal los trabajadores peor remunerados disminuyen a menos de la mitad. Los peor pagados son aquellos que perciben un salario neto inferior a la mediana., como se denomina al monto del ingreso/horario por encima o por debajo del cual se encuentra la mitad de los ocupados. El año pasado, ese monto era de 7,20 bolivianos por hora.
Este monto está por debajo de lo que un trabajador tendría que ganar por hora para cubrir, al menos, el costo de los alimentos que consume.
La política es contener el salario
Al aumentar apenas 20% en 2001, salario mínimo sólo puede cubrir 45,7% del costo de una canasta mínima de alimentos. En términos reales, el salario mínimo está estancado y su poder de compra es menor que hace 10 años.
Desde 1985, el salario mínimo no se fijó en función del costo de vida y su nivel estuvo subordinado a los objetivos de estabilidad de precios, la eliminación de presiones a los presupuestos públicos y la creación de condiciones para preservar la ganancia empresarial.
Debido a esta política deliberada de contención salarial, el mínimo fue actualizado únicamente con referencia a la inflación del año anterior, sin modificar la base la base que fue fijada, muy por debajo del valor de la fuerza de trabajo.
Durante el período 2001-2011, el salario mínimo nominal aumentoó 103,7%. En cambio, su poder de compra apenas aumentó 16,6%.
http://cedla.org/