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Centenario de Octavio Paz

re铆r como el mar r铆e, el viento r铆e,sin que la risa suene a vidrios rotos;beber y en la embriaguez asir la vida,bailar el baile sin perder el paso

•elmercuriodigital Agenda de Reflexi贸n.- Octavio Paz Lozano naci贸 en la Ciudad de M茅xico el 31 de marzo de 1914, durante la Revoluci贸n mexicana. Su padre trabaj贸 como escribano y abogado para Emiliano Zapata, estuvo involucrado en la reforma agraria, fue diputado y colabor贸 activamente con Vasconcelos.

Octavio fue pol铆tico y diplom谩tico y uno de los primeros en denunciar desde el socialismo los cr铆menes del stalinismo, lo que le vali贸 la enemistad tanto de comunistas como de liberales. En 1990 recibi贸 el N贸bel de Literatura.

Experimentaci贸n e inconformismo pueden ser dos de las palabras que mejor definen su labor po茅tica. Con todo, Paz es un poeta dif铆cil de encasillar. Ninguna de las etiquetas adjudicadas por los cr铆ticos encaja con su poes铆a: poeta neomodernista en sus comienzos; m谩s tarde, poeta existencial; y, en ocasiones, poeta con tintes de surrealismo. Ninguna etiqueta le cuadra y ninguna le sobra.

En realidad, se trata de un poeta que no ech贸 ra铆ces en ning煤n movimiento porque siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poes铆a y siempre estuvo experimentando, de modo que su poes铆a, como toda poes铆a profunda, acab贸 por convertirse en una manifestaci贸n muy personal y original. Adem谩s, se trata de un poeta de gran lirismo cuyos versos contienen im谩genes de gran belleza. Despu茅s de la preocupaci贸n social, presente en sus primeros libros, comenz贸 a tratar temas de ra铆z existencial, como la soledad y la incomunicaci贸n. Una de las obsesiones m谩s frecuentes en sus poemas es el deseo de huir del tiempo, lo que lo llev贸 a la creaci贸n de una poes铆a espacial cuyos poemas fueron bautizados por el propio autor con el nombre de topoemas (de topos + poema). Esto es lo que significa poes铆a espacial: poes铆a opuesta a la t铆pica poes铆a temporal y discursiva. Se trata de una poes铆a intelectual y minoritaria, casi metaf铆sica, en la que adem谩s de signos ling眉铆sticos se incluyen signos visuales. En los topoemas, igual que ocurr铆a en la poes铆a de los movimientos de vanguardia, se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las im谩genes pl谩sticas. No cabe duda de que en la 煤ltima poes铆a de Paz hay bastante esoterismo, pero, al margen de ello, toda su poes铆a anterior destaca por su lirismo y por el sentido de transubstanciaci贸n que el autor da a las palabras.

Se consagr贸 como un ensayista l煤cido y perspicaz en 1950 con El laberinto de la soledad y complet贸 una obra pr贸diga y extraordinaria.

Muri贸 el 19 de abril de 1998 a los 84 a帽os.

Octavio Paz

La vida sencilla

Llamar al pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada d铆a;
darle al sudor lo suyo y darle al sue帽o
y al breve para铆so y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
re铆r como el mar r铆e, el viento r铆e,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida,
bailar el baile sin perder el paso,
tocar la mano de un desconocido
en un d铆a de piedra y agon铆a
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo;
probar la soledad sin que el vinagre
haga torcer mi boca, ni repita
mis muecas el espejo, ni el silencio
se erice con los dientes que rechinan:
estas cuatro paredes ?papel, yeso,
alfombra rala y foco amarillento?
no son a煤n el prometido infierno;
que no me duela m谩s aquel deseo,
helado por el miedo, llaga fr铆a,
quemadura de labios no besados:
el agua clara nunca se detiene
y hay frutas que se caen de maduras;
saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad com煤n a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos…
Y que a la hora de mi muerte logre
morir como los hombres y me alcance
el perd贸n y la vida perdurable
del polvo, de los frutos y del polvo.



Ret贸rica

Cantan los p谩jaros, cantan
sin saber lo que cantan:
todo su entendimiento es su garganta.

Oto帽o

En llamas, en oto帽os incendiados,
arde a veces mi coraz贸n,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonr铆e para nadie:
¡cu谩nta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro m铆,
huesos, violines intocados,
v茅rtebras delicadas y sombr铆as,
labios que sue帽an labios,
manos que sue帽an p谩jaros…

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.

Acabar con todo

Dame, llama invisible, espada fr铆a,
tu persistente c贸lera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombr铆o, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre est茅riles pe帽as.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de ra铆ces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas p茅treas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

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