España tiene la oportunidad de convertirse en la puerta de acceso de gas para todo el territorio europeo, ya que este país, de entre los países del continente, cuenta con las mayores instalaciones para traer gas desde todas partes del mundo para la Unión Europea (UE).
Tras los avatares de Ucrania y las amenazas de Rusia con interrumpir la exportación de su gas a Europa, los países europeos para evitar seguir dependiendo del monopolio gasista ruso intentan sustituir a Rusia por otros países.
En este sentido, teniendo en cuenta la gran cantidad de gas que entra en España (la mayor parte desde Argelia y el resto procede de Nigeria, Trinidad y Tobago, Catar y Perú), este país puede suministrar a toda la UE.
La empresa rusa Gazprom, que exporta energía a aproximadamente 32 países del mundo, suministra el 30 % del gas consumido en Europa, y la mitad pasa a través de Ucrania.
Por primera vez desde la anexión de la República Autónoma de Crimea a Rusia por un referéndum celebrado en marzo, España dejó atrás a Noruega en materia de exportación de gas a Europa y de este modo se convirtió en el mayor proveedor de gas al continente.