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Se equivocan con nosotros

OPINI脫N de Ra煤l Wiener, Per煤.-La Primera viene saliendo desde hace tres d铆as sin poder hacer uso de su logo caracter铆stico, que fue dise帽ado bajo la actual direcci贸n period铆stica y conducci贸n empresarial, y que una ins贸lita resoluci贸n de la Divisi贸n de Signos Distintivos de Indecopi, le pretende asignar como supuesta propiedad a una raz贸n social inscrita en Panam谩, en abril del 2010, a nombre de los se帽ores Armando Aparicio, Roberto Batista y Miguel Guti茅rrez, los que nunca tuvieron la menor relaci贸n con La Primera.

La empresa paname帽a a la que nos referimos, se llama Servicios Generales de Asesor铆a y Administraci贸n, se encuentra registrada en la escritura notarial con el n煤mero 5465, en la ficha N潞 699015, en los registros de ese pa铆s de Centroam茅rica, sin valor nominal para sus acciones y con cero capital y fue disuelta el 20 de abril del 2011 y reactivada para la maniobra contra nuestro peri贸dico y alguien est谩 usando la representaci贸n de esta entidad fantasma, para interferir en la libertad de expresi贸n en el Per煤.

Hace diez a帽os que se fund贸 el diario La Primera teniendo como primer director a Juan Carlos Tafur y como promotor al empresario Jos茅 Lolas. Posteriormente el logo fue cedido a otras personas y hubo en esa 茅poca varios directores que no duraron mucho. En julio de 2007, La Primera pas贸 a editarse por una nueva empresa que hab铆a logrado un acuerdo para el traspaso de los derechos sobre el nombre con los que lo ten铆an en uso, y cuya imagen art铆stica fue variada despu茅s de un tiempo a la que ahora es conocida.

La direcci贸n fue asumida por C茅sar L茅vano y se nombr贸 un equipo de editores, la mayor铆a de los cuales permanecen hasta ahora. Estamos pr贸ximos a cumplir siete a帽os y si se pregunta en la calle se ver谩 que la gente sabe cu谩l es el diario La Primera y los rasgos que lo identifican. Tras recibir una publicaci贸n casi ag贸nica, con muy bajo tiraje, el equipo de La Primera logr贸 escalar en lector铆a y convertirse en un referente de prensa independiente del poder y comprometida con las mejores causas.

Como sabe cualquiera, este no es cualquier diario porque aqu铆 se puede leer noticias y escuchar opiniones que no se encuentran en la competencia. Somos de la poca prensa que puede hacer algo de contrapeso al poder de los medios concentrados. Hay tres procesos electorales sucesivos en los que este diario ha cumplido un papel descollante como todo el mundo conoce.

Y ahora resulta que, seg煤n Indecopi, La Primera no es La Primera. El diario que la gente busca y que es peruano hasta la m茅dula, es reclamado por empresarios extranjeros que seg煤n todos los indicios son testaferros de un oscuro proyecto para amordazarnos. Hace un tiempo que ya intentaron apelar a una prohibici贸n directa para que no pudi茅semos seguir sacando el diario. Pero fracasaron, porque seg煤n Indecopi no se puede pedir mediante acciones de cautela, el cierre de un medio que no iba a ser sustituido por nada.

Es de ah铆 que nace la maniobra que hemos presenciado desde hace algunas semanas de lanzar a circulaci贸n una revista semanal, que hac铆a uso confusionista de nuestro logo actual (no el de origen) y que tiene como director al empresario Lolas que obviamente no es periodista, y que no tiene un gramo del esp铆ritu combativo de La Primera verdadera, porque en verdad no tiene ning煤n esp铆ritu.

La idea, sin embargo, parece ser solamente la de introducir otro medio con el mismo nombre y logo, para conseguir que Indecopi les conceda su reclamo como si se tratara de una disputa entre dos editoras period铆sticas. Pero si todo esto no es sino la jugada de un antiguo propietario que abandon贸 el diario a su suerte y ahora quiere apropiarse de una marca a la que hemos otorgado valor: ¿por qu茅 no sale a reclamar con su propio nombre?, ¿por qu茅 se esconde detr谩s de la raz贸n social paname帽a?

Es evidente que este enrevesado proceso est谩 cobrando relevancia por el hecho de que en el pa铆s estamos viviendo un r谩pido enrarecimiento del clima pol铆tico e institucional y que afecta directamente el proceso electoral de octubre en el que se elegir谩n alcaldes y presidentes regionales. A nuestro diario se le ha querido insistentemente relacionar con las graves acusaciones que recaen sobre las principales autoridades de Ancash, con referencias continuas a una persona que antes estuvo vinculada a su gesti贸n.

Este diario, por supuesto, puede mostrar car谩tulas desde hace mucho tiempo, informaciones y opiniones editoriales sobre la necesidad de investigar a C茅sar 脕lvarez, manteniendo al mismo tiempo el suficiente equilibrio para no hacer juicios precipitados y condenar sin haber escuchado a todas las partes.

Que coincida la tentativa de relacionarnos con un presidente regional cuestionado, con el que nunca hemos tenido cercan铆a alguna, con el mandato de Indecopi para que no usemos nuestro logo, y con la ola de rumores de que nos intervendr铆an en franco atropello a la libertad de prensa, configuran una situaci贸n peligrosa que queremos advertir antes que sea demasiado tarde. Sabemos que nuestros lectores no se van a confundir y saben perfectamente qu茅 cosa es La Primera y qu茅 cosa no lo es. No son Indecopi, ni la empresa paname帽a, ni el se帽or escondido tras la revista ap贸crifa que usa nuestro nombre, los que van a decidir por ellos. Que lo tengan bien claro.
















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