"La democracia se está convirtiendo en el medio y espacio cultural de la Revolución"
•elmercuriodigital ▫ Jorge Zavaleta AlegreLos foros de los gobernantes o de sus representantes son una buena práctica democrática que alientan el libre debate sobre la dinámica que sigue América Latina para afrontar su realidad por los caminos de la paz. El objetivo concurrente es superar las grandes brechas que persisten no obstante el notable crecimiento de las economías en un mercado global. Los foros son abundantes y diversos. La Alianza del Pacífico creada en el 2011, la CELAC y el vigésimo encuentro de los partidos integrantes del Foro de Sao Paulo, para no citar otros, merecen una reflexión sin pasiones ni dogmatismos, para no sucumbir en el irremediable fracaso de todos.
“Hablar actualmente de neoliberalismo en América Latina se asemeja cada vez más a hablar de arcaísmo. La democracia se está convirtiendo en el medio y espacio cultural de la Revolución", manifestó el vicepresidente de de Bolvia, Álvaro García Linera, al inaugurar en La Paz, en la última semana de agosto, el vigésimo Foro de Sao Paulo.
A manera de síntesis de lo que viene sucediendo en la Región, remarcó que el mundo de ahora es otro: “la historia continúa, la ideología y el falso macro relato del hit de la historia se ha derrumbado ante la emergencia de lucha, proyectos e insurgencia que se han expandido por América”.
García Linera, recordó que el primer logro para profundizar los procesos revolucionarios es la democracia como método revolucionario: “Antes se había asumido la democracia como una sospechosa etapa previa a la revolución, y nos habíamos preparado para ello, las circunstancias de dictadura habían creado la visualización de esa etapa previa de un proceso llamado Revolución”
Bolivia como país anfitrión dio a conocer que los cambios realizados por el gobierno del MAS-IPSP, tienen que ver con la construcción del Estado Plurinacional y la aplicación de un modelo económico que genera excedentes y los redistribuye en beneficio de toda la población a través de distintos mecanismos. No hay receta única para alcanzar este fin.
El encuentro en São Paulo y la declaración del Grupo de Trabajo en Managua en febrero de 2014, expresan su apoyo a la constitución del Estado Palestino de acuerdo con las resoluciones de la ONU, con soberanía sobre los territorios ocupados por los israelíes desde 1967.
La independencia que plantea un sector de Puerto Rico, el derecho de autodeterminación de Martinica, Guadalupe, Aruba, Bonaire, Curazao y la Guyana Francesa, la recuperación de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas y el diferendo boliviano-chileno mediante la salida soberana de Bolivia al mar, son aspectos reales que no pueden soslayarse.
En los últimos años los gobiernos que pertenecen al Foro de Sao Paulo no han perdido las elecciones en ningún país de América Latina después de haberlas ganado. Los casos donde han perdido el gobierno como Honduras y Paraguay han sido por golpes de Estado.
La defensa en los cinco continentes de las comunidades originarias es vital para detener los conflictos socio-ambientales, territoriales y culturales, porque son derechos avalados por la comunidad internacional. El Perú se suma en condición de sede de la COP 20, diciembre próximo en Lima. En Paris será COP21. Ecuador encuentra respaldo para defenderse de la agresión externa de la Chevron en su Amazonía.
Los gobiernos de Chile, Colombia, México y Perú firmaron en abril del 2011 la creación de la Alianza del Pacífico (AP) que, según la Declaración de Lima, trata de “alentar la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad “de las economías de sus países y “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.
Prosiguen desde el 2012, las negociaciones para un Acuerdo Estratégico Transpacífico de Cooperación Económica o TPP (por sus siglas en inglés), tratado de libre comercio multilateral, que involucra a 12 naciones: Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
En Sao Paolo se advirtió la necesidad de buscar la integración en términos de igualdad y no de subordinación a las grandes economías. En este horizonte, destaca la importancia de la reunión de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), para crear un Banco de Desarrollo y la “Cuota Acuerdo de Reserva”. De la misma forma el Mercosur, el ALBA, PETROCARIBE y CARICOM, forman parte de un proceso de ampliación de la integración iniciada en el Cono Sur.
América Latina transita un camino democrático y multipolar en un contexto de crisis económicas, sociales y políticas y un descenso relativo de la unipolaridad norteamericana. Pues los pueblos de LAC no están lejos, ni indiferentes de los conflictos armados en Gaza, Irak y Libia, que han llevado al crecimiento de grupos armados fundamentalistas como el “Estado Islámico” y las agresiones externas multinacionales en contra de Siria, Ucrania. También está presente el pueblo saharaui y los derechos territoriales negados por la monarquía marroquí y el proceso de innovación socialista de la experiencia cubana.
Como una ratificación de principios el foro emitió una resolución especial de respaldo a las candidaturas de Dilma Rousseff en Brasil, Tabaré Vázquez en Uruguay y Evo Morales en Bolivia, a quienes los asistentes manifestaron el profundo reconocimiento y le brindaron su más amplia solidaridad y respaldo en los triunfos a obtener”.
La Declaración Final del Foro de Sao Paulo, consigna como objetivo derrotar la pobreza para conquistar el Vivir Bien, el Desarrollo y la Integración Regional sobre la base de la solidaridad entre los pueblos, con cooperación y complementariedad, justicia social, democracia y participación popular, conceptos que sin duda coinciden todas las fuerzas políticas.
Nota: El presidente Evo Morales no asistió al cierre del evento y el foro que concluyó en La Paz es el primero en el que no participó algún mandatario de la región. En el anterior estuvieron el presidente Morales y el ex mandatario Lula da Silva.