El Tribunal Nacional de Justicia de Quito iniciará la semana próxima el primer proceso por crímenes de lesa humanidad de la historia de Ecuador: Cinco personas se sentarán en el banco de los imputados por presuntos crímenes cometidos entre 1985 y 1988. Otras tres están prófugas y es imposible juzgarlos en ausencia.
Se trata del caso “Vaca, Cajas, Jarrín”, en que están imputados generales y coroneles del ejército y un general de la policía retirados. Están acusados de haber formado parte de la “estructura de represión estatal que, de forma sistemática y generalizada” cometió violaciones de los derechos humanos y abusos contra la población civil.
“Vaca, Cajas, Jarrín” son los apellidos de las víctimas –Luis Vaca, Susana Cajas y Javier Jarrín– miembros del grupo guerrillero “Alfaro Vive Carajo”, reprimido durante el gobierno del presidente León Febres-Cordero (1984-1988). Para el proceso, que comienza hoy, han sido convocados 69 testigos.
Las víctimas fueron arrestadas el 10 de noviembre de 1985 en Esmeraldas (noroeste del país) por militares que sin orden judicial los trasladaron al cuartel del Batallón Montúfar y luego al Batallón de Inteligencia Militar (BIM) en Conocoto, en la provincia de Pichincha.
Cajas y Jarrín permanecieron detenidos durante 15 días, durante los cuales fueron sometidos a torturas físicas, psicológicas y sexuales, antes de ser liberados. Luis Vaca fue considerado ‘desaparecido’ durante tres años, luego de lo cual su nombre fue eliminado del Registro Civil.
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Se trata del caso “Vaca, Cajas, Jarrín”, en que están imputados generales y coroneles del ejército y un general de la policía retirados. Están acusados de haber formado parte de la “estructura de represión estatal que, de forma sistemática y generalizada” cometió violaciones de los derechos humanos y abusos contra la población civil.
“Vaca, Cajas, Jarrín” son los apellidos de las víctimas –Luis Vaca, Susana Cajas y Javier Jarrín– miembros del grupo guerrillero “Alfaro Vive Carajo”, reprimido durante el gobierno del presidente León Febres-Cordero (1984-1988). Para el proceso, que comienza hoy, han sido convocados 69 testigos.
Las víctimas fueron arrestadas el 10 de noviembre de 1985 en Esmeraldas (noroeste del país) por militares que sin orden judicial los trasladaron al cuartel del Batallón Montúfar y luego al Batallón de Inteligencia Militar (BIM) en Conocoto, en la provincia de Pichincha.
Cajas y Jarrín permanecieron detenidos durante 15 días, durante los cuales fueron sometidos a torturas físicas, psicológicas y sexuales, antes de ser liberados. Luis Vaca fue considerado ‘desaparecido’ durante tres años, luego de lo cual su nombre fue eliminado del Registro Civil.
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