AMNIST脥A INTERNACIONAL
Las medidas de excepci贸n, adoptadas en Francia tras los atentados de Par铆s, podr铆an convertirse en norma de aprobarse la reforma de la Constituci贸n que se vota en el Parlamento. © 2015 Getty Images La propuesta de reforma de la Constituci贸n francesa, que otorgar铆a a los servicios de seguridad carta blanca para clausurar organizaciones, practicar registros en domicilios sin orden judicial, cerrar mezquitas y restringir la libertad de circulaci贸n, dejar铆a a muchas personas a煤n m谩s expuestas a sufrir violaciones de derechos humanos; as铆 lo ha afirmado Amnist铆a Internacional.
En virtud de esta reforma, que podr铆a ser aprobada como propuesta oficial del gobierno por el Consejo de Ministros franc茅s en las conversaciones programadas para ma帽ana, las autoridades podr谩n seguir utilizando seis meses m谩s las medidas del Estado de excepci贸n cuando 茅ste acabe.
Bajo el actual Estado de excepci贸n, las autoridades han efectuado 2.700 registros domiciliarios sin orden judicial y han restringido la libertad de circulaci贸n de cientos de personas imponi茅ndoles la asignaci贸n de residencia desde los atentados del 13 de noviembre en Par铆s.
“Una cosa es declarar el Estado de excepci贸n en situaciones de 'amenaza para la vida de la naci贸n', como los atentados de Par铆s, y otra afianzar las medidas de excepci贸n para contrarrestar amenazas no tan definidas", ha afirmado Gauri van Gulik, director adjunto del Programa de Amnist铆a Internacional para Europa y Asia Central.
“Existe un riesgo muy real de que los derechos de la poblaci贸n en general queden atrapados en una red te贸ricamente destinada a identificar s贸lo a quienes de verdad representan una amenaza. Se est谩 actuando contra muchas personas 煤nicamente por sus pr谩cticas religiosas o por sospechas imprecisas."
Seg煤n los t茅rminos del Estado de excepci贸n impuesto durante tres meses, que finaliza el 26 de febrero de 2016, las autoridades francesas pueden llevar a cabo registros domiciliarios sin orden judicial, imponer la asignaci贸n de residencia, cerrar asociaciones y restringir otros derechos, entre ellos el de reuni贸n pac铆fica.
Una ola de registros domiciliarios Muchas personas han contado a Amnist铆a Internacional que hab铆an quedado traumatizadas por losregistros domiciliarios que hab铆an sufrido. No han recibido una explicaci贸n oficial de los motivos por los que se consideraba necesario el registro, ni sobre lo que buscaban las autoridades.
“Mi padre estaba enfermo del coraz贸n, acababa de salir del hospital. La polic铆a forz贸 la puerta de entrada, no llam贸 a la puerta, irrumpi贸 sin m谩s en el piso, empez贸 a gritar y espos贸 a mi padre y a mi hermana". Nadia, cuyo padre tiene 80 a帽os y vive con su hija discapacitada, cont贸 as铆 al equipo de investigaci贸n de Amnist铆a Internacional el registro que hab铆an sufrido el 21 de noviembre.
“Mi padre empez贸 a sentirse mal y a los pocos minutos se desmay贸. Tuvieron que llamar a una ambulancia [...] Estaba muy asustado, los primeros d铆as que fui a visitarle al hospital no paraba de llorar.”
Seg煤n informaci贸n publicada por los medios de comunicaci贸n, los 2.700 registros llevados a cabo el mes pasado s贸lo han dado lugar a dos investigaciones criminales por delitos relacionados con terrorismo; otras 488 investigaciones resultantes de estos registros ten铆an que ver con delitos no relacionados. Estos datos nos llevan a plantearnos si estos registros son una medida necesaria y proporcionada de protecci贸n de la seguridad p煤blica.
Restricciones de la libertad de circulaci贸n
En el mismo periodo se ha impuesto la asignaci贸n de residencia a 360 personas; esto significa que est谩n obligadas a vivir en una zona determinada y a presentarse tres veces al d铆a en la comisar铆a local. Esta medida impone duras restricciones sobre su libertad de circulaci贸n y tiene consecuencias negativas para su vida privada y profesional.
Un consultor aut贸nomo de la zona de Par铆s cont贸 a Amnist铆a Internacional que nunca le hab铆an asignado residencia hasta el 15 de noviembre, cuando la polic铆a se present贸 en su casa por su supuesta vinculaci贸n a musulmanes "radicales" y a personas que hab铆an viajado a Siria.
Dijo que s贸lo conoc铆a vagamente a una persona de la larga lista de supuestos socios suyos que presentaron las autoridades. Para este padre de tres hijos, tener residencia asignada y la obligaci贸n de presentarse en comisar铆a varias veces al d铆a ha supuesto tener que cancelar todos sus compromisos de trabajo. Tem铆a las negativas repercusiones que tendr铆a la prolongaci贸n del Estado de excepci贸n para su familia.
“Tengo tanto miedo de que lo prorroguen. Significar铆a que las medidas contra m铆 van a durar m谩s, que tal vez no pueda trabajar durante meses."
Lanzar una red discriminatoria
Existe el riesgo considerable de que, a la larga, las medidas de excepci贸n se sigan utilizando contra asociaciones y grupos concretos, especialmente contra personas y agrupaciones musulmanas. Hasta la fecha, bajo el Estado de excepci贸n se han llevado a cabo registros en m谩s de 20 mezquitas y muchas asociaciones musulmanas, y se han cerrado unas 10 mezquitas.
“Tengo la impresi贸n de que, si uno expresa su religi贸n, si lleva barba, o una prenda o s铆mbolo religioso, o reza en una mezquita determinada, es considerado 'radical' y se act煤a en su contra", cont贸 Amar, que hab铆a sufrido un registro domiciliario, a Amnist铆a Internacional.
“Si intentas no exhibir demasiado tu religi贸n, entonces piensan que ocultas algo. No sabemos lo que quieren que seamos, ni c贸mo esperan que nos comportemos.”
A pesar de que el Consejo de Estado, m谩xima instancia judicial administrativa de Francia, aconseja no adoptar las medidas propuestas, la propuesta de reforma constitucional, de aprobarse ma帽ana, pasar铆a al Parlamento para su votaci贸n en 2016.
“Las medidas de excepci贸n son, como ya se est谩 demostrando, desproporcionadas. Validarlas fuera del Estado de excepci贸n es un paso muy peligroso”, ha afirmado Gauri van Gulik.
“Usar la amenaza terrorista para reformar la Constituci贸n deja la puerta abierta a que medidas de excepci贸n an谩logas pasen a ser la norma."
•elmercuriodigital•
En virtud de esta reforma, que podr铆a ser aprobada como propuesta oficial del gobierno por el Consejo de Ministros franc茅s en las conversaciones programadas para ma帽ana, las autoridades podr谩n seguir utilizando seis meses m谩s las medidas del Estado de excepci贸n cuando 茅ste acabe.
Bajo el actual Estado de excepci贸n, las autoridades han efectuado 2.700 registros domiciliarios sin orden judicial y han restringido la libertad de circulaci贸n de cientos de personas imponi茅ndoles la asignaci贸n de residencia desde los atentados del 13 de noviembre en Par铆s.
“Una cosa es declarar el Estado de excepci贸n en situaciones de 'amenaza para la vida de la naci贸n', como los atentados de Par铆s, y otra afianzar las medidas de excepci贸n para contrarrestar amenazas no tan definidas", ha afirmado Gauri van Gulik, director adjunto del Programa de Amnist铆a Internacional para Europa y Asia Central.
“Existe un riesgo muy real de que los derechos de la poblaci贸n en general queden atrapados en una red te贸ricamente destinada a identificar s贸lo a quienes de verdad representan una amenaza. Se est谩 actuando contra muchas personas 煤nicamente por sus pr谩cticas religiosas o por sospechas imprecisas."
Seg煤n los t茅rminos del Estado de excepci贸n impuesto durante tres meses, que finaliza el 26 de febrero de 2016, las autoridades francesas pueden llevar a cabo registros domiciliarios sin orden judicial, imponer la asignaci贸n de residencia, cerrar asociaciones y restringir otros derechos, entre ellos el de reuni贸n pac铆fica.
Una ola de registros domiciliarios Muchas personas han contado a Amnist铆a Internacional que hab铆an quedado traumatizadas por losregistros domiciliarios que hab铆an sufrido. No han recibido una explicaci贸n oficial de los motivos por los que se consideraba necesario el registro, ni sobre lo que buscaban las autoridades.
“Mi padre estaba enfermo del coraz贸n, acababa de salir del hospital. La polic铆a forz贸 la puerta de entrada, no llam贸 a la puerta, irrumpi贸 sin m谩s en el piso, empez贸 a gritar y espos贸 a mi padre y a mi hermana". Nadia, cuyo padre tiene 80 a帽os y vive con su hija discapacitada, cont贸 as铆 al equipo de investigaci贸n de Amnist铆a Internacional el registro que hab铆an sufrido el 21 de noviembre.
“Mi padre empez贸 a sentirse mal y a los pocos minutos se desmay贸. Tuvieron que llamar a una ambulancia [...] Estaba muy asustado, los primeros d铆as que fui a visitarle al hospital no paraba de llorar.”
Seg煤n informaci贸n publicada por los medios de comunicaci贸n, los 2.700 registros llevados a cabo el mes pasado s贸lo han dado lugar a dos investigaciones criminales por delitos relacionados con terrorismo; otras 488 investigaciones resultantes de estos registros ten铆an que ver con delitos no relacionados. Estos datos nos llevan a plantearnos si estos registros son una medida necesaria y proporcionada de protecci贸n de la seguridad p煤blica.
Restricciones de la libertad de circulaci贸n
En el mismo periodo se ha impuesto la asignaci贸n de residencia a 360 personas; esto significa que est谩n obligadas a vivir en una zona determinada y a presentarse tres veces al d铆a en la comisar铆a local. Esta medida impone duras restricciones sobre su libertad de circulaci贸n y tiene consecuencias negativas para su vida privada y profesional.
Un consultor aut贸nomo de la zona de Par铆s cont贸 a Amnist铆a Internacional que nunca le hab铆an asignado residencia hasta el 15 de noviembre, cuando la polic铆a se present贸 en su casa por su supuesta vinculaci贸n a musulmanes "radicales" y a personas que hab铆an viajado a Siria.
Dijo que s贸lo conoc铆a vagamente a una persona de la larga lista de supuestos socios suyos que presentaron las autoridades. Para este padre de tres hijos, tener residencia asignada y la obligaci贸n de presentarse en comisar铆a varias veces al d铆a ha supuesto tener que cancelar todos sus compromisos de trabajo. Tem铆a las negativas repercusiones que tendr铆a la prolongaci贸n del Estado de excepci贸n para su familia.
“Tengo tanto miedo de que lo prorroguen. Significar铆a que las medidas contra m铆 van a durar m谩s, que tal vez no pueda trabajar durante meses."
Lanzar una red discriminatoria
Existe el riesgo considerable de que, a la larga, las medidas de excepci贸n se sigan utilizando contra asociaciones y grupos concretos, especialmente contra personas y agrupaciones musulmanas. Hasta la fecha, bajo el Estado de excepci贸n se han llevado a cabo registros en m谩s de 20 mezquitas y muchas asociaciones musulmanas, y se han cerrado unas 10 mezquitas.
“Tengo la impresi贸n de que, si uno expresa su religi贸n, si lleva barba, o una prenda o s铆mbolo religioso, o reza en una mezquita determinada, es considerado 'radical' y se act煤a en su contra", cont贸 Amar, que hab铆a sufrido un registro domiciliario, a Amnist铆a Internacional.
“Si intentas no exhibir demasiado tu religi贸n, entonces piensan que ocultas algo. No sabemos lo que quieren que seamos, ni c贸mo esperan que nos comportemos.”
A pesar de que el Consejo de Estado, m谩xima instancia judicial administrativa de Francia, aconseja no adoptar las medidas propuestas, la propuesta de reforma constitucional, de aprobarse ma帽ana, pasar铆a al Parlamento para su votaci贸n en 2016.
“Las medidas de excepci贸n son, como ya se est谩 demostrando, desproporcionadas. Validarlas fuera del Estado de excepci贸n es un paso muy peligroso”, ha afirmado Gauri van Gulik.
“Usar la amenaza terrorista para reformar la Constituci贸n deja la puerta abierta a que medidas de excepci贸n an谩logas pasen a ser la norma."
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