Los entierros datan de los siglos XV y XVI, pertenecen a la época de las culturas Chimú-Inca y contienen significativas ofrendas de cerámica, formas y elementos decorativos.
Arqueólogos peruanos hallaron un agrupamiento de más de trece entierros prehispánicos alrededor de las ruinas de un templo de la época situado en la costa norte de Perú, entre ellos las tumbas de dos niños sin pies, posiblemente sacrificados como ofrenda al complejo ceremonial, informaron hoy sus investigadores.
El hallazgo se realizó en excavaciones realizadas en julio en el proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap, ubicado en la región norteña de Lambayeque y a cargo de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp del Ministerio de Cultura, bajo la dirección del arqueólogo Carlos Wester La Torre.
Los entierros datan de los siglos XV y XVI, pertenecen a la época de las culturas Chimú-Inca y contienen significativas ofrendas de cerámica, formas y elementos decorativos, según indicó la Unidad Ejectura 005 Naylamp en un comunicado.
A Wester La Torre le llamó la atención que en el agrupamiento de entierros hay seis niños, situados por parejas en los extremos norte, este y oeste, y ubicados de manera superficial.
Los dos infantes enterrados en la parte occidental están sin los pies, como si estos hubieran sido retirados intencionalmente, lo que hace pensar a los investigadores su posible condición de ofrendas para cumplir una función de "guardianes" del resto de sepulturas.
El conjunto de las osamentas corresponden a hombres y mujeres, sepultados en fosas angostas y alargadas y en posición extendida de cubito dorsal.
Las distorsiones realizadas de manera intencional en algunos de los cuerpos revelan la intensa actividad ritual y probablemente de sacrificios de algunos de ellos, según los expertos.
El personaje más importante desenterrado está en una tumba ubicada en el centro del conjunto funerario y en su sepultura albergaba ofrendas similares a las escenas de una pintura policromada hallada anteriormente en el templo de Chornancap, que presenta individuos con bastones y otros con cabezas decapitadas.
Entre las ofrendas halladas en esa tumba hay dos ollas de arcilla y una botella escultórica, cuya forma corresponde a la cabeza de un personaje que por sus formas evoca a un coquero (masticador de hoja de coca).
Los arqueólogos también desenterraron otra vasija escultórica que corresponde a un individuo masculino en posición de pie y cuyo rostro es sonriente.
Este serie de hallazgos revela que en la época Lambayeque, desarrollada en la costa norte de Perú entre los siglos VIII y XIV d.C., el templo de Chornancap fue un escenario de poder y espacio sagrado, cuyo mayor exponente en la sacerdotisa de Chornancap, descubierta en 2012.
"Las excavaciones arqueológicas de esta temporada han empezado a mostrar resultados que permiten reconstruir la función de escenarios como Chornancap, que desde el descubrimiento de la sepultura de la sacerdotisa no deja de mostrar toda la complejidad de ceremonias y rituales que sucedieron en el templo", concluyó Wester La Torre.