Miles de firmas para acabar con el desperdicio de comida en los colegios
Madrid, 25 sep (EFE).- Cristina Romero, una madre de Gerona, se ha propuesto acabar con el desperdicio de alimentos en los comedores escolares, as铆 que entregar谩 225.000 firmas en el Congreso en octubre para que la comida sobrante en los colegios sea entregada a centros sociales y personas necesitadas.
La campa帽a "No al despilfarro de alimentos en comedores escolares. La comida no es basura", desarrollada en la plataforma de peticiones ciudadanas Change.org, se dirige a los Ministerios de Sanidad y de Agricultura y a las autoridades de Consumo.
Seg煤n explica Romero a Efe, empez贸 a tomar conciencia del problema en el colegio de su hijo, de ocho a帽os, donde observ贸 que sobraba comida porque los men煤s de la empresa proveedora eran de la misma cantidad para ni帽os de tres a帽os que de seis o doce, as铆 que pregunt贸 qu茅 se hac铆a con el resto.
La respuesta fue que lo sobrante deb铆a desecharse por razones higi茅nicas, para evitar intoxicaciones, en virtud de la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrici贸n, dice Romero.
No satisfecha, contact贸 con la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, donde le dijeron que s铆 que hay colegios que ya aplican la reutilizaci贸n de alimentos.
Por sus averiguaciones, "la clave es la congelaci贸n", pues los comedores escolares con cocina propia pueden aprovechar la comida que sobra en las ollas, no la de los platos ni la que est谩 en la l铆nea fr铆a.
Se trata de congelarla durante 48 horas y distribuirla posteriormente sin ning煤n tipo de problema.
Pero por qu茅 no se hace. "Primero, por la falta de voluntad y segundo para eximirse de responsabilidades", sintetiza Romero, por el "miedo" que tienen los colegios a que haya una intoxicaci贸n.
Por eso, se tratar铆a de que el centro social que recoge la comida firmara una hoja de conformidad sobre las condiciones de entrega y temperatura adecuada, como lo har铆a la familia a la que se destine finalmente.
Todo esto lo ve m谩s complicado en el caso de las empresas de "catering", pues necesitar铆an adquirir los recipientes de congelaci贸n y m谩s personal, lo que podr铆a encarecer el precio final de los men煤s y esto, a su vez, perjudicar铆a a los usuarios del comedor escolar.
Agrega que el colegio de su hijo, en un pueblo de Gerona, realiz贸 una evaluaci贸n interna, se consigui贸 ajustar las raciones y ya pr谩cticamente no sobra nada, algo que se puede hacer no s贸lo en Catalu帽a, sino en toda Espa帽a, seg煤n defiende.
En relaci贸n con la ley citada, reconoce que no se pueden cambiar las condiciones de seguridad alimentaria porque son un beneficio para todos, pero plantea que se estipule "un plan de trazabilidad" para aprovechar esos excedentes siguiendo unas indicaciones en el caso de la comida que se prepara en los pucheros.
En resumidas cuentas, se trata de una campa帽a de concienciaci贸n social para generalizar el aprovechamiento de excedentes de comida de manera regulada por medio de la congelaci贸n, entreg谩ndolos a centros sociales.
Tambi茅n para que las raciones de los men煤s de "c谩terin" sean adecuadas a las caracter铆sticas f铆sicas y las necesidades de desarrollo de los alumnos seg煤n la edad, aunque esto, apunta Romero, depende m谩s de las propias empresas. Tambi茅n podr铆a suponer un ahorro de costes que repercutir铆a en las familias de los alumnos.
Por 煤ltimo, Romero recuerda que el PSC propuso una ley en el Parlamento catal谩n para no tirar los alimentos sobrantes en buen estado tambi茅n de restaurantes, supermercados y comedores, a lo que no se ha opuesto ning煤n grupo.
Madrid, 25 sep (EFE).- Cristina Romero, una madre de Gerona, se ha propuesto acabar con el desperdicio de alimentos en los comedores escolares, as铆 que entregar谩 225.000 firmas en el Congreso en octubre para que la comida sobrante en los colegios sea entregada a centros sociales y personas necesitadas.
La campa帽a "No al despilfarro de alimentos en comedores escolares. La comida no es basura", desarrollada en la plataforma de peticiones ciudadanas Change.org, se dirige a los Ministerios de Sanidad y de Agricultura y a las autoridades de Consumo.
Seg煤n explica Romero a Efe, empez贸 a tomar conciencia del problema en el colegio de su hijo, de ocho a帽os, donde observ贸 que sobraba comida porque los men煤s de la empresa proveedora eran de la misma cantidad para ni帽os de tres a帽os que de seis o doce, as铆 que pregunt贸 qu茅 se hac铆a con el resto.
La respuesta fue que lo sobrante deb铆a desecharse por razones higi茅nicas, para evitar intoxicaciones, en virtud de la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrici贸n, dice Romero.
No satisfecha, contact贸 con la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, donde le dijeron que s铆 que hay colegios que ya aplican la reutilizaci贸n de alimentos.
Por sus averiguaciones, "la clave es la congelaci贸n", pues los comedores escolares con cocina propia pueden aprovechar la comida que sobra en las ollas, no la de los platos ni la que est谩 en la l铆nea fr铆a.
Se trata de congelarla durante 48 horas y distribuirla posteriormente sin ning煤n tipo de problema.
Pero por qu茅 no se hace. "Primero, por la falta de voluntad y segundo para eximirse de responsabilidades", sintetiza Romero, por el "miedo" que tienen los colegios a que haya una intoxicaci贸n.
Por eso, se tratar铆a de que el centro social que recoge la comida firmara una hoja de conformidad sobre las condiciones de entrega y temperatura adecuada, como lo har铆a la familia a la que se destine finalmente.
Todo esto lo ve m谩s complicado en el caso de las empresas de "catering", pues necesitar铆an adquirir los recipientes de congelaci贸n y m谩s personal, lo que podr铆a encarecer el precio final de los men煤s y esto, a su vez, perjudicar铆a a los usuarios del comedor escolar.
Agrega que el colegio de su hijo, en un pueblo de Gerona, realiz贸 una evaluaci贸n interna, se consigui贸 ajustar las raciones y ya pr谩cticamente no sobra nada, algo que se puede hacer no s贸lo en Catalu帽a, sino en toda Espa帽a, seg煤n defiende.
En relaci贸n con la ley citada, reconoce que no se pueden cambiar las condiciones de seguridad alimentaria porque son un beneficio para todos, pero plantea que se estipule "un plan de trazabilidad" para aprovechar esos excedentes siguiendo unas indicaciones en el caso de la comida que se prepara en los pucheros.
En resumidas cuentas, se trata de una campa帽a de concienciaci贸n social para generalizar el aprovechamiento de excedentes de comida de manera regulada por medio de la congelaci贸n, entreg谩ndolos a centros sociales.
Tambi茅n para que las raciones de los men煤s de "c谩terin" sean adecuadas a las caracter铆sticas f铆sicas y las necesidades de desarrollo de los alumnos seg煤n la edad, aunque esto, apunta Romero, depende m谩s de las propias empresas. Tambi茅n podr铆a suponer un ahorro de costes que repercutir铆a en las familias de los alumnos.
Por 煤ltimo, Romero recuerda que el PSC propuso una ley en el Parlamento catal谩n para no tirar los alimentos sobrantes en buen estado tambi茅n de restaurantes, supermercados y comedores, a lo que no se ha opuesto ning煤n grupo.