Christina Marker.- Lograr que los servicios médicos lleguen hasta la ciudad de Alepo, Siria, se ha convertido en una tarea bastante complicada. Y el reducido personal que sigue en el territorio sirio se enfrenta a contantes amenazas por el simple hecho de realizar su trabajo.
En agosto, algunos de los últimos médicos que aún quedaban en la ciudad escribieron una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiendo ayuda para detener el bombardeo a los hospitales. En ella, explicaban el nivel de los ataques al que estaban siendo sometidos, y advirtieron que "se estaba volviendo imposible tratar a los pacientes".
"El mes pasado, se suscitaron 42 ataques en centros hospitalarios en Siria, 15 de los cuales eran hospitales en los que nosotros trabajamos... A este ritmo, nuestros servicios médicos en Alepo podrían ser destruidos completamente en sólo un mes, dejando que unas 300.000 personas mueran".
La batalla por Alepo delata el fracaso de la estrategia de EEUU en Siria. Leer más aquí.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido que los ochos hospitales que están aún de pie en el área sitiada, trabajan por encima de su capacidad y con muy pocos recursos de salud básica para los residentes.
La parte este de Alepo fue tomada por los rebeldes sirios en 2012 y las 250.000 personas que aún viven en la ciudad están atrapadas desde julio de este año. Los residentes viven el día a día entre bombardeos, en parte por las fuerzas del presidente Assad y del gobierno ruso que tratan de recuperar el control de las áreas rebeldes. La comida, agua, combustible y suministros médicos están severamente limitados.
VICE News habló con la única mujer médico que aún trabaja en el este de Alepo para preguntarle cómo es la vida en una ciudad que de acuerdo con Stephen O'Brien, jefe humanitario de las Naciones Unidas, se encuentra "al borde del terror".
Los bombardeos están matando a decenas de niños en Alepo. Leer más aquí.
Farida es ginecóloga, tiene 37 años, está casada y tiene un hija pequeña. Toda su familia vive en Alepo.
¿Cuántos pacientes atiendes en este momento?
Cada día reviso entre 50 y 70 pacientes, un promedio de 300 pacientes a la semana.
¿Cómo son las instalaciones del hospital donde trabajas?
En mi hospital tenemos una cantidad mínima de atención médica debido a que la ciudad está sitiada. Si cualquier equipo se daña no tenemos otro para reemplazarlo.
¿Con qué suministros cuentas? ¿Cuáles te hacen falta?
Nos hacen falta tantas cosas y equipo en las salas de parto y quirófanos, como extractor de vacío e incubadoras abiertas.
Assad promociona sus playas mientras los niños de Alepo nadan en los cráteres de los bombardeos. Leer más aquí.
Actualmente, ¿cómo son las cosas para las mujeres embarazadas y los niños al este de Alepo?
No tenemos vitaminas. Los antibióticos que nos quedan no alcanzan ni para un mes. No hay fórmula para bebés ni pañales.
¿Has visto lesiones o traumatismos en las madres y en los bebés?
En Alepo no hay más que muerte por hambre y por las bombas, y creo que en invierno la gente y los niños van a morir debido al frío. Todas las mujeres temen por lo que pueda suceder, por sus esposos y sus hijos. En los últimos tres meses he visto tantas viudas.
En agosto, algunos de los últimos médicos que aún quedaban en la ciudad escribieron una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiendo ayuda para detener el bombardeo a los hospitales. En ella, explicaban el nivel de los ataques al que estaban siendo sometidos, y advirtieron que "se estaba volviendo imposible tratar a los pacientes".
"El mes pasado, se suscitaron 42 ataques en centros hospitalarios en Siria, 15 de los cuales eran hospitales en los que nosotros trabajamos... A este ritmo, nuestros servicios médicos en Alepo podrían ser destruidos completamente en sólo un mes, dejando que unas 300.000 personas mueran".
La batalla por Alepo delata el fracaso de la estrategia de EEUU en Siria. Leer más aquí.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido que los ochos hospitales que están aún de pie en el área sitiada, trabajan por encima de su capacidad y con muy pocos recursos de salud básica para los residentes.
La parte este de Alepo fue tomada por los rebeldes sirios en 2012 y las 250.000 personas que aún viven en la ciudad están atrapadas desde julio de este año. Los residentes viven el día a día entre bombardeos, en parte por las fuerzas del presidente Assad y del gobierno ruso que tratan de recuperar el control de las áreas rebeldes. La comida, agua, combustible y suministros médicos están severamente limitados.
VICE News habló con la única mujer médico que aún trabaja en el este de Alepo para preguntarle cómo es la vida en una ciudad que de acuerdo con Stephen O'Brien, jefe humanitario de las Naciones Unidas, se encuentra "al borde del terror".
Los bombardeos están matando a decenas de niños en Alepo. Leer más aquí.
Farida es ginecóloga, tiene 37 años, está casada y tiene un hija pequeña. Toda su familia vive en Alepo.
¿Cuántos pacientes atiendes en este momento?
Cada día reviso entre 50 y 70 pacientes, un promedio de 300 pacientes a la semana.
¿Cómo son las instalaciones del hospital donde trabajas?
En mi hospital tenemos una cantidad mínima de atención médica debido a que la ciudad está sitiada. Si cualquier equipo se daña no tenemos otro para reemplazarlo.
¿Con qué suministros cuentas? ¿Cuáles te hacen falta?
Nos hacen falta tantas cosas y equipo en las salas de parto y quirófanos, como extractor de vacío e incubadoras abiertas.
Assad promociona sus playas mientras los niños de Alepo nadan en los cráteres de los bombardeos. Leer más aquí.
Actualmente, ¿cómo son las cosas para las mujeres embarazadas y los niños al este de Alepo?
No tenemos vitaminas. Los antibióticos que nos quedan no alcanzan ni para un mes. No hay fórmula para bebés ni pañales.
¿Has visto lesiones o traumatismos en las madres y en los bebés?
En Alepo no hay más que muerte por hambre y por las bombas, y creo que en invierno la gente y los niños van a morir debido al frío. Todas las mujeres temen por lo que pueda suceder, por sus esposos y sus hijos. En los últimos tres meses he visto tantas viudas.