AI pide al Gobierno de Ghana que elimine la pena de muerte y acabe con "las condiciones atroces que sufren decenas de personas condenadas a muerte"
Un total de 148 presos y presas condenados a muerte en condiciones atroces, 6 de ellos considerados enfermos mentales por el Servicio de Prisiones
Menos de una cuarta parte de las personas recluidas en espera de ejecuci贸n han podido apelar sus condenas
No se ha avanzado hacia la abolici贸n de la pena de muerte desde la recomendaci贸n de la Comisi贸n de Revisi贸n de la Constituci贸n de 2011

Locked up and Forgotten: The need to abolish the death penalty in Ghana
En Ghana, cerca de 150 presos y presas condenados a muerte se consumen en condiciones atroces y s贸lo unos pocos pueden apelar sus sentencias condenatorias, ha afirmado hoy Amnist铆a Internacional en un nuevo informe en el que pide al nuevo gobierno del pa铆s abolir definitivamente la pena de muerte.
Basado en entrevistas con 107 hombres y mujeres recluidos en espera de ejecuci贸n, el informe Locked up and Forgotten: The need to abolish the death penalty in Ghana aporta nuevos datos sobre por qu茅 Ghana debe abolir esta pena cruel, de acuerdo con la recomendaci贸n de 2011 de la Comisi贸n de Revisi贸n de la Constituci贸n de Ghana.
“La revisi贸n constitucional de 2011 deber铆a haber marcado el punto final para la pena de muerte en Ghana pero, seis a帽os despu茅s, los tribunales contin煤an imponiendo esta pena cruel y las personas condenadas a muerte siguen atrapadas en condiciones de hacinamiento, separadas del resto de la poblaci贸n reclusa y sin acceso a actividades educativas o recreativas”, ha declarado Alioune Tine, director regional de Amnist铆a Internacional para 脕frica Occidental y Central.
“Las autoridades ghanesas deben conmutar por penas de prisi贸n las condenas a muerte de todos los presos en espera de ejecuci贸n y garantizar que se revisan todos los casos para identificar posibles errores judiciales.”
Muchas personas condenadas a muerte dijeron a Amnist铆a Internacional que no hab铆an recibido una asistencia letrada adecuada en sus juicios y, la gran mayor铆a, no hab铆an podido presentar apelaciones. Aunque el gobierno facilit贸 asistencia letrada para el juicio a unas tres cuartas partes de los presos, algunos dijeron que sus representantes legales les hab铆a pedido un pago por sus servicios. Varios presos dijeron que su abogado o abogada no hab铆a asistido a todas las audiencias judiciales y muchos otros explicaron que no hab铆an podido hablar con su abogado para preparar su defensa.
Uno de los presos en espera de ejecuci贸n dijo: “No tengo dinero, y es por eso por lo que estoy aqu铆. Si tuviera dinero ahora estar铆a libre.” El Comit茅 de Derechos Humanos de la ONU y el relator especial de ONU sobre la tortura ya han manifestado anteriormente su preocupaci贸n por la calidad de la asistencia letrada de oficio en Ghana.
Menos de uno de cada cuatro condenados a muerte entrevistados hab铆an podido apelar su sentencia condenatoria, y el Servicio de Prisiones de Ghana inform贸 a Amnist铆a Internacional de que, desde 2006, s贸lo 12 personas recluidas en espera de ejecuci贸n hab铆an presentado recursos de apelaci贸n, de los que prosperaron la mitad. Pocas de las personas condenadas a muerte sab铆an c贸mo presentar un recurso de apelaci贸n o acceder a asistencia letrada gratuita, y la mayor铆a no pod铆an pagar un abogado privado.
Condiciones deficientes de reclusi贸n de las personas condenadas a muerte
Los condenados y condenadas a muerte de la prisi贸n de Nsawam viven en condiciones de hacinamiento, en instalaciones mal conservadas y con s贸lo siete aseos para m谩s de 100 personas. En la zona para hombres hay 24 celdas peque帽as con 4 presos en cada una, 4 celdas de tama帽o mediano con hasta 8 presos por celda y 2 celdas grandes con 16 presos en cada una de ellas. En cada celda hay una sola ventana que est谩 cerrada con barras met谩licas y no se puede abrir, con peque帽os agujeros en las paredes como 煤nica ventilaci贸n.
En la prisi贸n hay 4 mujeres condenadas a muerte que comparten la misma celda, aisladas de las dem谩s reclusas. Los hombres y mujeres condenados a muerte presentan signos de angustia y ansiedad, y varios de ellos lloraron al hablar con Amnist铆a Internacional sobre su situaci贸n.
Uno de los presos asegur贸 a Amnist铆a Internacional: “Si me mataran, estar铆a mejor que aqu铆”.
Amnist铆a Internacional pide a las autoridades ghanesas que garanticen que se proporciona a los presos y presas alimentaci贸n, atenci贸n m茅dica y acceso a instalaciones recreativas y educativas adecuadas, con arreglo a las normas internacionales.
En marzo de 2017 se consideraba oficialmente que seis de las personas condenadas a muerte sufr铆an discapacidad mental e intelectual, pero no se les hab铆a prestado un trato especializado, aunque el Servicio de Prisiones dijo que estaban intentando conseguir apoyo psiqui谩trico.
“Condenar a muerte a personas con discapacidad mental o intelectual viola el derecho internacional de los derechos humanos y pone en peligro su seguridad y la de los otros presos”, ha dicho Alioune Tine.
Los presos y presas condenados a muerte tambi茅n sufren discriminaci贸n y aislamiento, al no poder participar de las oportunidades recreativas y educativas disponibles para otros presos.
Uno de los presos describi贸 el 谩rea destinada a los condenados a muerte como “una prisi贸n dentro de una prisi贸n”. Una mujer que llevaba nueve a帽os en espera de ejecuci贸n explic贸 a Amnist铆a Internacional: “No hago nada. S贸lo barro y espero”.
Amnist铆a Internacional pide a las autoridades de Ghana abolir la pena de muerte para todos los delitos.
“Hay 105 pa铆ses que han abolido la pena de muerte para todos los delitos, 19 de ellos en 脕frica. Una excelente manera en que Ghana podr铆a celebrar el 60 aniversario de su independencia este a帽o ser铆a abolir esta pena cruel y acabar con el sufrimiento de los condenados a muerte, que est谩n encerrados y olvidados”, ha expresado Alioune Tine.
A 30 de diciembre de 2016 hab铆a 148 personas condenadas a muerte en Ghana, 144 hombres y 4 mujeres. Todas ellas hab铆an sido condenadas a muerte por asesinato. La 煤ltima ejecuci贸n en Ghana se llev贸 a cabo en 1993.
Para este informe, Amnist铆a Internacional ha entrevistado a 107 condenados y condenadas a muerte —104 hombres y 3 mujeres— durante dos visitas, en agosto de 2016 y marzo de 2017.
Menos de una cuarta parte de las personas recluidas en espera de ejecuci贸n han podido apelar sus condenas
No se ha avanzado hacia la abolici贸n de la pena de muerte desde la recomendaci贸n de la Comisi贸n de Revisi贸n de la Constituci贸n de 2011
Locked up and Forgotten: The need to abolish the death penalty in Ghana
En Ghana, cerca de 150 presos y presas condenados a muerte se consumen en condiciones atroces y s贸lo unos pocos pueden apelar sus sentencias condenatorias, ha afirmado hoy Amnist铆a Internacional en un nuevo informe en el que pide al nuevo gobierno del pa铆s abolir definitivamente la pena de muerte.
Basado en entrevistas con 107 hombres y mujeres recluidos en espera de ejecuci贸n, el informe Locked up and Forgotten: The need to abolish the death penalty in Ghana aporta nuevos datos sobre por qu茅 Ghana debe abolir esta pena cruel, de acuerdo con la recomendaci贸n de 2011 de la Comisi贸n de Revisi贸n de la Constituci贸n de Ghana.
“La revisi贸n constitucional de 2011 deber铆a haber marcado el punto final para la pena de muerte en Ghana pero, seis a帽os despu茅s, los tribunales contin煤an imponiendo esta pena cruel y las personas condenadas a muerte siguen atrapadas en condiciones de hacinamiento, separadas del resto de la poblaci贸n reclusa y sin acceso a actividades educativas o recreativas”, ha declarado Alioune Tine, director regional de Amnist铆a Internacional para 脕frica Occidental y Central.
“Las autoridades ghanesas deben conmutar por penas de prisi贸n las condenas a muerte de todos los presos en espera de ejecuci贸n y garantizar que se revisan todos los casos para identificar posibles errores judiciales.”
Muchas personas condenadas a muerte dijeron a Amnist铆a Internacional que no hab铆an recibido una asistencia letrada adecuada en sus juicios y, la gran mayor铆a, no hab铆an podido presentar apelaciones. Aunque el gobierno facilit贸 asistencia letrada para el juicio a unas tres cuartas partes de los presos, algunos dijeron que sus representantes legales les hab铆a pedido un pago por sus servicios. Varios presos dijeron que su abogado o abogada no hab铆a asistido a todas las audiencias judiciales y muchos otros explicaron que no hab铆an podido hablar con su abogado para preparar su defensa.
Uno de los presos en espera de ejecuci贸n dijo: “No tengo dinero, y es por eso por lo que estoy aqu铆. Si tuviera dinero ahora estar铆a libre.” El Comit茅 de Derechos Humanos de la ONU y el relator especial de ONU sobre la tortura ya han manifestado anteriormente su preocupaci贸n por la calidad de la asistencia letrada de oficio en Ghana.
Menos de uno de cada cuatro condenados a muerte entrevistados hab铆an podido apelar su sentencia condenatoria, y el Servicio de Prisiones de Ghana inform贸 a Amnist铆a Internacional de que, desde 2006, s贸lo 12 personas recluidas en espera de ejecuci贸n hab铆an presentado recursos de apelaci贸n, de los que prosperaron la mitad. Pocas de las personas condenadas a muerte sab铆an c贸mo presentar un recurso de apelaci贸n o acceder a asistencia letrada gratuita, y la mayor铆a no pod铆an pagar un abogado privado.
Condiciones deficientes de reclusi贸n de las personas condenadas a muerte
Los condenados y condenadas a muerte de la prisi贸n de Nsawam viven en condiciones de hacinamiento, en instalaciones mal conservadas y con s贸lo siete aseos para m谩s de 100 personas. En la zona para hombres hay 24 celdas peque帽as con 4 presos en cada una, 4 celdas de tama帽o mediano con hasta 8 presos por celda y 2 celdas grandes con 16 presos en cada una de ellas. En cada celda hay una sola ventana que est谩 cerrada con barras met谩licas y no se puede abrir, con peque帽os agujeros en las paredes como 煤nica ventilaci贸n.
En la prisi贸n hay 4 mujeres condenadas a muerte que comparten la misma celda, aisladas de las dem谩s reclusas. Los hombres y mujeres condenados a muerte presentan signos de angustia y ansiedad, y varios de ellos lloraron al hablar con Amnist铆a Internacional sobre su situaci贸n.
Uno de los presos asegur贸 a Amnist铆a Internacional: “Si me mataran, estar铆a mejor que aqu铆”.
Amnist铆a Internacional pide a las autoridades ghanesas que garanticen que se proporciona a los presos y presas alimentaci贸n, atenci贸n m茅dica y acceso a instalaciones recreativas y educativas adecuadas, con arreglo a las normas internacionales.
En marzo de 2017 se consideraba oficialmente que seis de las personas condenadas a muerte sufr铆an discapacidad mental e intelectual, pero no se les hab铆a prestado un trato especializado, aunque el Servicio de Prisiones dijo que estaban intentando conseguir apoyo psiqui谩trico.
“Condenar a muerte a personas con discapacidad mental o intelectual viola el derecho internacional de los derechos humanos y pone en peligro su seguridad y la de los otros presos”, ha dicho Alioune Tine.
Los presos y presas condenados a muerte tambi茅n sufren discriminaci贸n y aislamiento, al no poder participar de las oportunidades recreativas y educativas disponibles para otros presos.
Uno de los presos describi贸 el 谩rea destinada a los condenados a muerte como “una prisi贸n dentro de una prisi贸n”. Una mujer que llevaba nueve a帽os en espera de ejecuci贸n explic贸 a Amnist铆a Internacional: “No hago nada. S贸lo barro y espero”.
Amnist铆a Internacional pide a las autoridades de Ghana abolir la pena de muerte para todos los delitos.
“Hay 105 pa铆ses que han abolido la pena de muerte para todos los delitos, 19 de ellos en 脕frica. Una excelente manera en que Ghana podr铆a celebrar el 60 aniversario de su independencia este a帽o ser铆a abolir esta pena cruel y acabar con el sufrimiento de los condenados a muerte, que est谩n encerrados y olvidados”, ha expresado Alioune Tine.
A 30 de diciembre de 2016 hab铆a 148 personas condenadas a muerte en Ghana, 144 hombres y 4 mujeres. Todas ellas hab铆an sido condenadas a muerte por asesinato. La 煤ltima ejecuci贸n en Ghana se llev贸 a cabo en 1993.
Para este informe, Amnist铆a Internacional ha entrevistado a 107 condenados y condenadas a muerte —104 hombres y 3 mujeres— durante dos visitas, en agosto de 2016 y marzo de 2017.