Los esclavos también construyeron el Capitolio en Estados Unidos, el que comenzó a construirse en 1793 y se completó en 1826. En la foto la extensión realizada en 1862. El antiesclavista Jesse Torrey en 1815 observó la ironía de que «El templo de la libertad» estaba siendo construido por esclavos, lo cuales además le proveían una jugosa plusvalía a los dueños que le alquilaban al gobierno sus máquinas, los esclavos. «He visto esclavos en gran número» escribió Torrey «y me alegré mucho de que esos pobres desgraciados ganaran de ocho a diez dólares por semana. Mi alegría no duró mucho: me dijeron que no trabajaban para sí mismos; sus amos los alquilaban y se quedaban con todo el dinero. ¡Qué humanidad! ¡Qué país de libertad!» Actualmente, en el sitio oficial del gobierno no se menciona ni una sola vez la existencia de esclavos . Por el contrario, el portal se encabeza con una pintura blanqueada en el mismo espíritu del Destino Manifiesto. Jorge Majfud Escritos Críticos