Hospitales desbordados, enfermos atendidos en los pasillos, familiares acampados en los alrededores para que no les falten el oxígeno y las medicinas que les permitirán seguir con vida... y que tendrán que pagar de su propio bolsillo. El repunte de contagios de COVID-19 en Paraguay podría traducirse en un nuevo confinamiento total en gran parte del territorio, incluida Asunción la capital. El Gobierno, muy criticado por su gestión de la pandemia, estudia esta y otras medidas estrictas que podrían entrar en vigor durante el fin de semana. Mientras tanto, las costuras del sistema sanitario y social de Paraguay no aguantan más presión: "Al traer un paciente, para arrancar (el precio) es 500.000 guaraníes entre análisis y los primeros medicamentos. Después ya va de acuerdo a la gravedad, gasto, gasto, gasto", lamenta Nancy Jara, familiar de un paciente de COVID-19 ingresado en el hospital Ingavi de Asunción. "Acá los insumos nada, medicamentos no hay, hay personas que venden...